Dormir un número de horas suficiente es fundamental para un correcto funcionamiento cerebral. Durante el sueño nuestro cerebro consolida las memorias más importantes y hace su propio mantenimiento, elimina los productos tóxicos generados mientras estamos despiertos.
Los problemas del sueño afectan entre el 50 a 80% de los niños con TEA, esto es mucho más frecuente que en niños típicos de las mismas edades en quienes la prevalencia de problemas del sueño oscila entre 9 al 50% (Reynolds AM, 2011).
El trastorno del sueño tiene impacto directo en la conducta, aprendizaje, salud general y vida familiar, en el caso de los niños con TEA esto puede enfatizarse aún más considerando que es una población que ya trabaja con condiciones familiares complejas y se suman las que las dificultades que el sueño provocan al no tener los padres tiempo de sueño reparador. También pueden aparecer más movimientos estereotipados y el déficit social puede acentuarse más; en general afecta de manera más significativa la calidad de vida.
Diversos trastornos y problemas del sueño pueden observarse en niños con TEA:
-La frecuencia de Apnea Obstructiva del Sueño parece ser similar en la población general que en los niños con TEA.
-Los episodios de insomnio son mayores en la población con TEA. Los retardos en el inicio del sueño parecen ser frecuentes.
-Las parasomnias (sonambulismo, terrores nocturnos, despertares con confusión, etc.) son difíciles de diferenciar. Muchos niños con TEA expresan diversidad de patrones conductuales durante la noche. En algunos casos pueden hacer sospechar actividad convulsiva requiriendo la realización de monitorizaciones de video-electroencefalograma para poder hacer una distinción precisa.
-El uso de inhibidores de la recaptación de serotonina puede asociarse a movimientos periódicos de las extremidades con el potencial riesgo de fragmentar el sueño y hacerlo menos eficiente.
-Los niños con dietas muy restringidas (porque se ven sometidos a dietas de restricción sin control médico) quedan muy propensos a presentar deficiencia de hierro con todos los efectos neurocognitivos que se asocian a la misma, incluyendo trastornos del sueño.
Actividad epiléptica puede ser responsable de la ruptura de la arquitectura normal del sueño en niños con TEA.
QUE DEBO HACER?, PRIMER PASO, HABLA CON EL PEDIATRA
Sabemos la importancia del sueño en la salud general, de manera que ante una alteración o trastorno del mismo no podemos permanecer sin consultarlo con nuestro pediatra y el neuropediatra.
La patología del sueño es muy compleja e incluye diversidad de trastornos y condiciones que requieren de la experiencia profesional para su diagnóstico y abordaje.
SEGUNDO, PUEDES HACER UN INVENTARIO DEL SUEÑO
¿A qué hora se acuesta?
¿A qué hora se levanta?
¿Cuántas horas al día está durmiendo?
¿Hace siesta? ¿Cuánto tiempo dura la siesta?
¿Ronca o tiene respiración ruidosa cuando duerme?
¿Tiene dificultad para quedarse dormido?
¿Se despierta durante la noche?
¿Se mueve mucho al inicio del sueño? ¿Se mueve mucho durante toda la noche?
¿Se levanta cansado/a o descansado/a?
¿Se mantiene de mal humor durante el día, presenta respuestas inapropiadas o dificultades conductuales?
TERCER PASO, HACER CAMBIOS DE RUTINAS
Toda la familia debe participar en una rutina del sueño. No es necesario que todos se acuesten, pero si es necesario que en la casa se pueda crear un ambiente favorable como apagar luces y bajar el ruido.
Es necesario ser consistentes y seguir un patrón para tener la posibilidad de predecir situaciones minimizando el impacto de imprevistos.
Dos horas antes de ir a la cama disminuya el nivel de actividad que estimulen mucho al niño. Es conveniente no ver televisión o utilizar dispositivos electrónicos dentro del período de preparación.
Lo niños pueden ser muy sensibles a diferentes estímulos, por lo tanto revisa que la habitación esté con temperatura agradable, con luces apagadas y sin ruidos como relojes, por ejemplo.
Algunos niños se sienten más cómodos y concilian mejor el sueño en habitaciones pequeñas y usando sábanas adecuadas a la temperatura pero un poco pesadas y sin dibujos. Si el clima es muy caluroso adecúe la ropa de cama y el pijama a la temperatura.
Acostúmbrate a usar la cama solamente para dormir. La cama no debe ser un lugar para jugar, hacer tareas o para ir a cumplir un castigo.
Durante el día debe mantenerse rutinas de ejercicio con la mayor frecuencia semanal posible, algunos niños con problemas en el sueño, mejoran con la implementación de programas de terapia de integración sensorial. También es importante vigilar si no se presentan algunos problemas de salud general que pueden afectar el sueño como dolor dental, oídos o articulaciones, principalmente, estreñimiento, reflujo gastroesofágico, etc., por ello es tan importante la evaluación del médico pediatra como paso inicial.
Los patrones no apropiados de sueño necesitan ser valorados profesionalmente dado que pueden ser indicadores de trastornos o problemas del neurodesarrollo, así como de otras condiciones médicas que requieren ser abordadas considerando la importancia del sueño en la niñez y a lo largo de toda la vida.
Dormir bien ayuda a funcionar mejor, dispone al aprendizaje más efectivo y favorece la salud general.